De septiembre 2021 a septiembre 2022

Hace un año que lancé esta página web. ¡Increíble! ¡Todo un año!

Ha pasado mucho tiempo sin ninguna actualización por mi parte, y lo siento. Puedo decir en mi descargo que mi vida, como la de todo el mundo, discurre por dos cauces: el público y el privado, y en los últimos meses han estado ambos tan llenos que no he tenido tiempo que dedicarle a esta página.

Voy a intentar convertir en parte de mi rutina cotidiana la actualización de las informaciones y contenidos que comparto aquí con vosotras, mis lectoras y lectores, sin quienes mi actividad literaria se quedaría solo en la mitad, totalmente coja. Yo -ya lo sabéis- escribo mis historias para compartirlas con las y los que las leéis y disfrutáis, y me parece fundamental que estéis ahí, dándome vuestro apoyo, vuestros comentarios y, sobre todo, terminando de construir en vuestra mente las historias que os ofrezco.

A lo largo de este año me han pasado muchas cosas bonitas: en septiembre de 2021 me entregaron el premio Alicante Noir por “La noche de plata” y el premio Azagal, en Tenerife, por “El efecto Frankenstein”. Octubre me llevó a Galicia, a Vilagarcía de Arousa, al estupendo Curtas, Festival do Imaxinario, donde me concedieron el premio Curtas por toda mi carrera dedicada al fantástico, una escultura de un maravilloso dragón que, desde entonces, reina en mi mesa de trabajo y, con su mirada escéptica, consigue arrancarme siempre una sonrisa. Por conexión online di el “Keynote speech” en el Congreso Internacional de Escritoras celebrado en Caracas.
También fui jurado del Premio Minotauro de literatura fantástica, de ciencia ficción y terror.

Noviembre estuvo lleno de viajes, conversaciones, presentaciones y conferencias: El maravilloso festival El 42, dedicado a literaturas del fantástico, en Barcelona donde, entre otras cosas, traté de “contagiar” el amor por Julio Cortázar en un taller en el que analicé algunos de sus cuentos. Luego fue la Feria del libro de Viena y una charla en el Instituto Cervantes de la capital austriaca consagrada a la novela negra y a mi obra más reciente “La noche de plata”. De allí volé a Valencia, al magnífico Golem Fest, de orientación fantástico, ciencia ficción y terror.

Diciembre me llevó a Suiza, a varias presentaciones por la zona de Zurich y Lucerna, poco antes de la pausa de Navidad.

2022 me trajo el regalo de empezar a colaborar con artículos de opinión en El Diario.es, que entrego cada quince días. Desde hace ya unos años colaboro también con El Correo de Bilbao con una pequeña columna cada seis semanas y un cuento de verano.

Febrero trajo las semanas más tranquilas en muchos meses: pude quedarme quieta en casa y escribir febrilmente en mi propio estudio, no en trenes, aeropuertos y cafeterías, pero la calma acabó pronto. 

En marzo fui a Eichstätt, una idílica ciudad del sur de Alemania, invitada para las Jornadas de Hispanistas alemanes. De allí volé a España, a Madrid, para un magnífico diálogo con Elisa McCausland “Ciencia Ficción, el relato de las mujeres”, organizado por el Centro Conde Duque de Cultura Contemporánea. 

Después, unos encuentros con jóvenes en Alcalá de Henares, y poco más tarde la presentación al público de Cartagena como finalista del premio Hache con El efecto Frankenstein, junto con Paloma Gómez Rubio por la novela Joao y Eva Mejuto con 22 segundos. Los premios Mandarache y Hache son concedidos por votación directa del jurado más grande del mundo, compuesto por más de seis mil lectores.

En abril entregué el “Premio Elia Barceló” de relato, que desde hace siete años convoca el Colegio Sagrada Familia de Elda para jóvenes con vocación de escritores. Como siempre, la calidad fue muy alta y disfrutamos mucho de ver cómo cada vez hay más manuscritos presentados. El día 21 acudí a Madrid, invitada al almuerzo organizado en el Palacio Real y presidido por los Reyes de España con motivo de la concesión del Premio Cervantes. Cristina Peri Rossi, que no pudo acudir, era la galardonada. El día 28 llegó a las librerías mi novela más reciente: “Muerte en Santa Rita” y se presentó en mi ciudad -Elda- con gran alegría, en una sala donde no cabía un alfiler.

Mayo me ofreció la posibilidad de viajar por el norte de España: Bilbao, Vitoria y Logroño. Público encantador y maravillosos paisajes, además de excelente comida. Después, un gran encuentro con más de quinientos jóvenes lectores en la Biblioteca Valenciana, en un lugar excepcional -San Miquel dels Reis-. Al día siguiente, participación en Valencia Negra, un gran festival con ambiente mágico, en un claustro bajo las estrellas, mano a mano con la gran Alicia Giménez-Bartlett.

Muy poco después me comunicaron que el jurado del Premio Hache había votado masivamente por El Efecto Frankenstein y el día 13 fui a Cartagena a recogerlo en una gala organizada por los propios alumnos y alumnas que no tenía nada que envidiar a la entrega de los Oscars, y el auditorio de El Batel, con capacidad para mil quinientas personas, lleno a rebosar.

Pero no me dio tiempo a dormirme en los laureles porque justo después me fui a la Feria del libro de Granada, preciosa, ya con calor de verano, y de ahí a Málaga, a presentar Muerte en Santa Rita en la Librería Luces; después Alcalá de Henares para la sesión final del proyecto con jóvenes, y Zamora como fin del recorrido.
Nada más volver me pidieron que acudiese a Frankfurt como representante de los autores españoles junto a Elena Medel para presentar a la prensa alemana el gran proyecto “Creatividad desbordante”, la oferta cultural que España ha preparado como país invitado en la Feria de Frankfurt, que se celebrará en octubre. Con la magnífica intervención de Elvira Marco, comisaria del programa español, e Isabel Izquierdo, de Acción cultural española, volví entusiasmada de lo que nuestro país va a ofrecer al mundo. 

También participé en una estupenda escuela online para escritores que acababa de nacer: Phantastika, donde grabé diez vídeos con breves programas sobre el tema, crucial en la escritura, y uno de mis favoritos, de la elección de narrador, dependiendo del texto que una tiene en mente, y las ventajas e inconvenientes de unos sobre otros.
En junio participé en Elda en el aniversario de La Tertulia, un estupendo proyecto cultural, que también convoca un concurso de relatos breves. Luego conseguí disfrutar del primer día de las fiestas de Moros y Cristianos, que hacía más de treinta años que no presenciaba, y me marché a Madrid para Galapagar Noir y la Feria del Libro, donde me encontré con muchas y muchos de mis lectores con los que, a pesar de las largas colas, conseguí charlar un poco. Sé que se hace muy pesado esperar, pero ya me conocéis: escribo largas dedicatorias y a veces hasta pongo alguna pequeña decoración. Por eso va más despacio, pero yo creo que vale la pena. Ya me diréis…

Julio, a pesar de ser ya pleno verano, siguió siendo muy movido: primero un enorme club de lectura en Elda, organizado por mi amigo y activista cultural Juan Vera, al aire libre, en un jardín, para quienes ya habían leído Muerte en Santa Rita y tenían preguntas y comentarios. Luego una larga y estupenda entrevista para Telenovelda y la red de televisiones comarcales, conducida por la maravillosa Maje Amorós. Enseguida fue el turno de la Semana Negra de Gijón, el festival de novela negra más antiguo y prestigioso de España con el que celebré este año mis “bodas de plata”, ya que llevo veinticinco años participando en él.
También empecé una maravillosa colaboración con la Cadena SER en su programa Hoy por Hoy, con José Luis Sastre, donde todos los lunes desde mitad de julio hasta final de agosto fui narrando anécdotas de la vida de una escritora en “Cuaderno de notas”. Fue una experiencia magnífica.

Y para cerrar el mes con broche de oro, recibí la invitación a la entrega de los Premios Nacionales, que tuvo lugar en el claustro del Museo del Prado, presidida por los Reyes de España. El premio me había sido concedido en 2020 por mi novela El efecto Frankenstein, pero no se había podido hacer el acto oficial por causa de la pandemia. Es un gran honor que una novela mía haya merecido este galardón y todos los premiados y premiadas de las distintas disciplinas de los Premios Nacionales de Cultura quedamos muy agradecidos al Ministerio de Cultura por el hecho de que, a pesar del tiempo transcurrido y de las dificultades, por fin se hiciera esta entrega solemne a la que, además, pude acudir acompañada de mi marido y mis dos hijos.
En agosto, normalmente, paro un par de semanas y me dedico a actividades familiares. Este año también fue así, salvo por una escapada a El Burgo de Osma, con un estupendo ambiente y mucho público, a pesar de las fechas, y, a continuación, el maravilloso festival extremeño Gata Negra, en Moraleja, que me dio ocasión de conocer a muchas nuevas colegas y crear la red de “Hermanas de crimen”. El resto del mes disfruté de la vida casera y de una gran boda familiar en Pontevedra.

Así llegamos a septiembre de 2022, un año más tarde. Acabo de volver del festival Cartagena Negra, junto al Mediterráneo, su luz y su alegría, que los organizadores han sabido aprovechar muy bien. Presentación de Muerte en Santa Rita en uno de los lugares más adecuados: la Casa del Mediterráneo de Alicante. Un éxito de público y una estupenda entrevista de Marina Vicente.
Pronto vendrán Iluminaria, en Zaragoza, Alicante Noir, un club de lectura en Tres Cantos y una gran presentación en la Biblioteca de Santander. 

Y ya tengo programa para las siguientes semanas hasta mitad de noviembre: Festival de cine fantástico de Sitges, donde seré jurado del premio Mélies de plata, Feria de Frankfurt, con cuatro intervenciones en la Feria y una en el Instituto Cervantes de Frankfurt, un encuentro de novela negra en el Instituto Cervantes de Bruselas, comisariado por Carlos Zanón: “Entre los mares del Norte y los mares del Sur”, Getafe Negro, El 42, en Barcelona, el gran festival de géneros fantásticos. Planes, viajes, novelas. Maravillosas conversaciones con lectoras y lectores…
Pero no hay que olvidar lo más importante: escribir.

La segunda novela de Santa Rita está terminada. La tercera está hirviendo a fuego lento en mi cabeza; pronto empezaré a escribirla. Hay también artículos que pergeñar, algún relato… cosas que me surgen de pronto.
Mi novela El contrincante, la primera novela larga que escribí, un thriller teológico con un buen toque de terror, acaba de ser reeditada por la editorial Minotauro con su título original –Uke. El contrincante y una cubierta de impacto.

La editorial Penguin Random House en colaboración con El País ha reeditado en agosto mi novela Las largas sombras en una colección de novela negra en su número 12, entre autores de gran recorrido como Ken Follett, Pérez Reverte, Stephen King, Anne Perry, Andrea Camilleri, Gillian Flynn o Michael Connelly: https://colecciones.elpais.com/literatura/393-novela-negra.html
El Diario.es ha publicado en su número de septiembre, en papel, para sus suscriptores, un relato mío de ciencia ficción con el que he quedado muy contenta: “Beyond. Más allá”.

Pronto podré dar noticias sobre próximas traducciones. Hay muchos proyectos, mucho que hacer, que soñar, que escribir. ¡Gracias por estar ahí!

Gracias por vuestro interés. Trataré de teneros informados para que sepáis en qué ando y quizá podamos encontrarnos aquí o allá en este bellísimo mundo.

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¡Por fin ha llegado el momento! La web de Elia Barceló. Durante muchos meses hemos estado eligiendo colores, formas, estructuras y tipos de letra, reuniendo

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